El de Tucumán Rugby es uno de los territorios más difíciles de conquistar en todo el NOA. Resulta muy complicado llevarse algo más que un bonus defensivo de Salas y Valdez, y por eso es que el triunfo de Jockey de Salta que tuvo lugar allí hace poco más de una semana fue celebrado de manera especial en la provincia vecina. Para el “Verdinegro” fue un llamado de atención.
“Después de eso, tuvimos una semana muy dura. Nos concentramos en ajustar las fallas que habíamos tenido en defensa. Lince venía bien y siempre son duros, así que podíamos pasarla mal si no lo hacíamos”, cuenta el wing Tomás Predovic.
En Silvano Bores, Tucumán Rugby demostró que todo fue una falsa alarma. Desplazó de la cima a los “Grises” con una producción impecable, sobre todo de sus tres cuartos, que penetraron por cuanta grieta se abrió en la defensa local. “Una de las virtudes de este equipo es la dinámica de los backs para atacar y la peligrosidad cuando están en sintonía”, sostiene Luis Macome, con pasado de tercera línea, pero actualmente de centro.
Sintonía, he ahí la cuestión. El “Verdinegro” es sin dudas el equipo con mayor cantidad de opciones de jerarquía para armar su línea de tres cuartos, lo cual representa una ventaja, pero también puede atentar contra esa sincronicidad que mostró ante Lince. El famoso “lindo problema” del que suele hablarse en el fútbol.
“Hay una competencia interna durísima, pero muy sana, que nos nos obliga a cada uno a aprovechar cada oportunidad que tengamos”, destaca Predovic, que bastante bien aprovechó la suya el domingo, cuando marcó dos tries. “Sí, pero lo importante es que funcione el equipo. Si te toca estar, bien; y si no, apoyar a los que entran que también son nuestros amigos”.